✨ Cómo mimar tus joyas ✨

Tus piezas no son simples accesorios: son objetos de culto. Y como tales, merecen un poco de cuidado para seguir brillando cada día.
Mantenlas alejadas de químicos agresivos
Algunos productos —e incluso el pH de nuestra piel— pueden reaccionar con los metales, haciendo que pierdan brillo o se oscurezcan. Si te gustan los acabados envejecidos, perfecto; pero si no, evita el contacto con cremas, perfumes y maquillaje. Siempre que puedas, póntelas cuando ya estés lista para salir.
Guárdalas con cariño
Cuando no las uses, protégelas en una bolsita de tela o en una caja hermética. Así evitas que el aire y la humedad las apaguen.
Si pierden brillo, tranquila
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Plata → Una gamuza especial, un poco de bicarbonato con agua o incluso pasta de dientes bastan para recuperar su luz en segundos.
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Latón → Unas gotas de limón son suficientes para devolverle su tono dorado. Frota suavemente toda la pieza con el limón y un paño blando, luego aclara con agua y jabón y sécala bien.
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Esmaltes → Solo agua templada y jabón de manos suave. Nada más.
Úsalas sin miedo
El secreto está en llevarlas a menudo. Cuanto más las uses, menos se manchan. Los objetos de culto quieren estar contigo, no guardados en un cajón.
¿Tienes dudas? Escríbeme a [email protected]. Me encantará ayudarte a que tus joyas sigan brillando como el primer día.